Pronto se producirá una transición en la vida y en el estatus de muchos graduados universitarios. Se trata de un cambio que implica dejar las cuatro paredes del aula para abrirse a las realidades de la vida. Esto vendrá debidamente acompañado de cambios como abandonar el «trabajo en casa» para dar paso al pensamiento financiero. Es el momento de asumir un nuevo papel financiero, diferente de lo que se conocía antes.
Al encontrarse en este nuevo pedestal de la vida, las preguntas fundamentales empiezan a surgir una tras otra. ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo?
- Entender tu presupuesto
La primera pregunta fundamental que te viene a la cabeza después de graduarte es ¿y ahora qué? La respuesta correcta a esta pregunta es «antes de nada entiende tu presupuesto financiero». Aunque se te presentarán nuevas oportunidades laborales. Este es un momento de autoevaluación para saber cuál debe ser tu presupuesto personal. Conocerlo y mantenerlo es esencial a partir de este momento. Este es el momento de comprender que un estilo de vida «a todo trapo» no está hecho para ti. Aunque aún no tengas un trabajo que te permita planificar tu presupuesto con conocimiento de causa, investigando aquí y allá te acercarás a la respuesta. Tu presupuesto personal incluirá tus ingresos y tus gastos. Tienes que comparar críticamente los dos y saber lo que puedes permitirte y lo que no.
Se trata de un presupuesto práctico para preparar el presupuesto de la vida real.Si tu presupuesto práctico funciona, ya tienes un presupuesto operativo. Pueden surgir algunas variaciones, pero te guiará constantemente sobre cómo gastar, ahorrar y también sobrecómo pagar tus deudas.
El objetivo del presupuesto es prepararte con antelación para la responsabilidad financiera y hacer que tengas planes bien pensados para un futuro tranquilo y sin estrés.
- Abraza tus ingresos y controla tus gastos
La primera regla para disfrutar de libertad financiera en la vida es establecer una base crediticia sólida y limitar las deudas. La deuda de los préstamos estudiantiles y, a veces, la cantidad de tarjetas de crédito suelen ser sinónimos de estudiantes universitarios y jóvenes graduados.
Contar ahora con una base crediticia sólida es una garantía para tus futuras inversiones y otras operaciones. El uso de tarjetas de crédito no está mal al principio para hacer pequeños pagos y ponerte en marcha con algunas facturas, el alquiler de tu casa y otros artículos de primera necesidad, puesto que resultan de utilidad para pagos no muy grandes. Debes ser prudente en el uso de tus tarjetas de crédito y vigilar de cerca la calificación. En caso de que sea difícil para ti hacer algunos pagos de tarjetas de crédito, entonces considera obtener algún adelanto de dinero fácil, pero asegúrate de que puedes pagar a tiempo. Es necesario que te pongas en contacto con tus prestamistas o con la entidad concesora del aplazamiento del pago de tu préstamo estudiantil. Esto puede ser útil para organizar tu plan de reembolso. Sea diligente en el seguimiento de los detalles de su deuda, del reembolso y de los saldos. Para obtener más información, póngase en contacto con icash.
- Fije metas financieras y comience a ahorrar para alcanzarlas
Fijarse objetivos financieros te impulsa a ser más responsable y estable desde el punto de vista financiero y, además, te permite recortar gastos innecesarios y te impulsa a ahorrar para un futuro plan de inversiones. Establecer objetivos y priorizarlos te dará una visión más clara de tu impulso financiero. Tus objetivos deben incluir, entre otros, los siguientes:
- Ahorrar para emergencias
- Ahorrar para tu primer coche o casa
- Ahorrar para la jubilación
- Ahorrar para liquidar las deudas
Resulta gratificante, como recién graduado, comprender y seguir estos consejos. Así, podrás hacer frente a la incertidumbre de adentrarte en un nuevo entorno, diferente de tu anterior morada académica.